El trastorno por consumo de alcohol en adultos

• Existe un deseo persistente o esfuerzos fallidos para reducir o controlar el consumo de alcohol.
• Se pasa mucho tiempo en actividades necesarias para obtener alcohol, consumir alcohol o recuperarse de sus efectos.
• Un fuerte deseo o necesidad de consumir alcohol.
• Un consumo recurrente de alcohol que resulta en el incumplimiento de obligaciones principales de la función en el trabajo, la escuela o el hogar.
• Un consumo continuo de alcohol a pesar de tener problemas sociales o interpersonales persistentes o recurrentes causados o exacerbados por los efectos del alcohol.
• Las actividades sociales, ocupacionales o recreativas importantes se abandonan o se reducen debido al consumo de alcohol.
• Un consumo recurrente de alcohol en situaciones en las que es físicamente peligroso.
• El consumo de alcohol continúa a pesar del conocimiento de tener un problema físico o psicológico persistente o recurrente que probablemente fue causado o es exacerbado por el alcohol.
• Tolerancia, según lo definido por cualquiera de los siguientes: a) la necesidad de cantidades notablemente mayores de alcohol para lograr intoxicarse o el efecto deseado; b) un efecto notablemente disminuido con el uso continuo de la misma cantidad de alcohol.
• Abstinencia, como se manifiesta a través de cualquiera de los siguientes: a) el síndrome de abstinencia característico del alcohol y; b) debe consumir alcohol (o una sustancia estrechamente relacionada, como una benzodiacepina) para aliviar o evitar los síntomas de abstinencia.

Es común que las personas con TCA experimenten dificultades en muchas áreas de su vida, como no poder llegar al trabajo a tiempo debido a una resaca, olvidarse de recoger a un niño de la escuela por estar intoxicado(a) o faltar a eventos para ocultar el consumo de alcohol. El TCA también se asocia con aumentos en otras conductas peligrosas, como el conducir bajo la influencia y conductas sexuales de riesgo debido a un juicio deficiente. Además, en casos graves, la abstinencia del alcohol puede ser extremadamente peligrosa y debe ser supervisada por un médico.

Las definiciones para los diferentes niveles de consumo de alcohol se enumeran a continuación. En general, existen pautas diferentes para hombres y mujeres, ya que las mujeres son más sensibles a los efectos del alcohol que los hombres:

• Beber con moderación:
• Mujeres: hasta 1 bebida por día
• Hombres: hasta 2 bebidas por día
• Beber en exceso en un período corto:
• Mujeres: 4 o más bebidas alcohólicas durante un período de 2 horas
• Hombres: 5 o más bebidas alcohólicas durante un período de 2 horas
• Beber en exceso: Beber 5 o más bebidas en las mismas ocasiones en cada uno de los 5 días o más en los últimos 30 días. 

Si un individuo es un bebedor compulsivo y/o un bebedor empedernido, es posible que tenga un TCA. Sin embargo, el TCA es posible incluso sin beber por encima de estos límites, ya que las personas difieren en cuanto a su sensibilidad a los efectos del alcohol y a lo que constituye un uso problemático del mismo.

El TCA puede variar de leve a grave. En casos graves, el TCA puede causar daño hepático o la muerte. Casi 88,000 personas mueren cada año por causas relacionadas con el alcohol, lo que la convierte en la tercera causa principal prevenible de muerte en los Estados Unidos. El consumo de alcohol también contribuye a más de 200 enfermedades y problemas de salud relacionados con lesiones, especialmente el TCA, la cirrosis hepática, el cáncer y lesiones.

Muchas personas con TCA también tienen otras afecciones psiquiátricas, como otros trastornos por uso de sustancias, trastornos del estado de ánimo, trastornos de ansiedad, esquizofrenia y/o estrés postraumático.

El trastorno por consumo de alcohol se caracteriza por cambios en la función cerebral causados por el uso repetido y el retiro con el tiempo. Se cree que estas neuroadaptaciones se producen en áreas del cerebro responsables de las respuestas emocionales, incluido el estrés, el procesamiento de recompensas y la función ejecutiva. Además, se cree que las neuroadaptaciones se relacionan con los síntomas del TCA, como la pérdida del control sobre el consumo de alcohol, el uso continuado a pesar de las consecuencias negativas y el abandono de actividades importantes para consumir alcohol. También se ha demostrado que la genética es un factor de riesgo para el desarrollo del TCA, por lo tanto, si alguien en su familia inmediata sufre del TCA, usted puede correr un mayor riesgo. 

• La terapia cognitivo-conductual: este tratamiento puede realizarse como terapia individual o en grupo. Se enfoca en identificar sentimientos y situaciones ("señales") que conducen a beber en exceso, así como a manejar el estrés que puede llevar a una recaída. El objetivo es cambiar los procesos de pensamiento que conducen a un consumo excesivo de alcohol y desarrollar las habilidades necesarias para hacerle frente a situaciones cotidianas que pueden desencadenar un problema de consumo. Bajo el paraguas de la TCC, la gestión de contingencias utiliza refuerzos inmediatos y tangibles para comportamientos positivos que modifican los comportamientos problemáticos como el consumo de alcohol.
• La terapia de mejora motivacional: este tratamiento se lleva a cabo durante un corto período de tiempo para desarrollar y fortalecer la motivación para cambiar la conducta de beber. La terapia se enfoca en identificar los pros y los contras de buscar tratamiento, formando un plan para hacer cambios en el comportamiento de consumo de alcohol, creando confianza y desarrollando las habilidades necesarias para cumplir con el plan.
• La terapia matrimonial y familiar: este tratamiento incorpora a los cónyuges y otros miembros de la familia y puede desempeñar un papel importante en la reparación y mejora de las relaciones familiares que a menudo han sido dañadas por el consumo de alcohol. Los estudios demuestran que un fuerte apoyo familiar a través de la terapia familiar aumenta las posibilidades de mantener la abstinencia (evitar el consumo de alcohol), en comparación con los pacientes que solamente reciben terapia individual.
• Intervenciones breves: estos tratamientos son sesiones de terapia cortas, individuales o en grupos pequeños que tienen una duración limitada. El terapeuta proporciona información sobre el patrón de consumo de la persona y los riesgos potenciales. Después de recibir comentarios personalizados, el terapeuta trabaja con el (la) paciente para establecer objetivos y proporcionar ideas para ayudar a realizar cambios.
• La terapia de facilitación de 12 pasos: este tratamiento busca guiar y apoyar la participación en programas de 12 pasos como Alcohólicos Anónimos.
• Los programas intensivos para pacientes ambulatorios: estos programas pueden combinar componentes de la terapia individual y grupal utilizando los enfoques mencionados anteriormente, el apoyo de los compañeros, y otros servicios de monitoreo, como pruebas de detección de alcoholemia y/o toxinas en la orina. Los programas ambulatorios intensivos generalmente implican asistir a varias sesiones o clases por día durante la mayor parte del día, durante varias semanas. La estructura de estos programas puede ayudar a las personas a evitar el consumo de alcohol u otras drogas, además de ayudar a desarrollar habilidades de afrontamiento para evitar un consumo adicional.
• El tratamiento de uso de sustancias para pacientes internados en el hogar: estos programas generalmente implican una estadía en un hospital u otro centro de tratamiento, utilizando varias de las modalidades de tratamiento mencionadas anteriormente. Al igual que los programas ambulatorios intensivos, la estructura de los programas de tratamiento en el hogar ayuda a las personas a evitar el consumo de alcohol alejándolas de las señales y factores estresantes que pueden llevarlas a beber mientras que aprenden y desarrollan nuevas habilidades y comportamientos. El tratamiento en el hogar se considera un nivel de atención más alto que el tratamiento ambulatorio regular o el tratamiento ambulatorio intensivo.
• Los cuidados post-tratamiento: después de completar el tratamiento de uso de sustancias en el hogar, se recomienda la participación en programas de post-tratamiento que incluyen el monitoreo, el fortalecimiento de habilidades y la prevención de recaídas para un mejor resultado .

Además, la Administración de Alimentos y Drogas de los Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) ha aprobado tres medicamentos para tratar la dependencia del alcohol.

• La naltrexona que puede ayudar a las personas a reducir el consumo excesivo de alcohol.
• El acamprosato que facilita la abstinencia.
• El disulfiram que bloquea la descomposición (metabolismo) del alcohol por parte del cuerpo y causa síntomas desagradables, como náuseas y enrojecimiento de la piel. Esos efectos desagradables pueden ayudar a algunas personas a evitar el consumo de alcohol mientras toman disulfiram. Además, la Administración de Alimentos y Drogas de los Estados Unidos (FDA) ha aprobado tres medicamentos para tratar la dependencia del alcohol.

Hay que recordar que no todas las personas responden a los medicamentos, pero para un subconjunto de individuos, pueden ser una herramienta importante para superar la dependencia del alcohol. Actualmente se están probando otros medicamentos para determinar la efectividad del tratamiento del TCA.

Tratamientos adicionales a considerar

La evidencia preliminar sugiere que se podrían considerar las siguientes estrategias, pero no como un sustituto de los tratamientos con más validación mencionados anteriormente:

• El apoyo social a través de Alcohólicos Anónimos y/u otros grupos de autoayuda
• El ejercicio como complemento para reducir las ganas de consumir alcohol
• El refuerzo tangible a corto plazo (por ejemplo, recolectar dinero que normalmente se usaría para comprar alcohol o productos relacionados con el alcohol, y guardarlo para comprar una recompensa por dejar de beber).