Estos trastornos se clasifican por una dificultad persistente en el aprendizaje de las habilidades académicas clave que se aprenden durante los años de escolarización formal. Las habilidades académicas clave incluyen la lectura de palabras sueltas con precisión y fluidez, la comprensión de lectura, la expresión escrita y la ortografía, el cálculo aritmético y el razonamiento matemático. Una de las manifestaciones más comunes de un trastorno de aprendizaje específico es la dificultad para aprender a mapear letras con el sonido de su propia voz (para leer palabras impresas).
Las dificultades de aprendizaje generalmente son evidentes en los primeros años escolares en la mayoría de las personas. Las habilidades académicas que no se dominan durante la edad escolar seguirán siendo difíciles. Son un problema persistente que evoluciona a lo largo del continuo del desarrollo. Las dificultades académicas que un individuo puede experimentar como estudiante de escuela primaria pueden ser muy diferentes de como se manifiestan en un adulto con un trastorno de aprendizaje. Por lo tanto, los trastornos de aprendizaje en la edad adulta presentan diferentes temas, desafíos y problemas. Los problemas sociales y emocionales son frecuentes con los adultos con problemas de aprendizaje. Puede existir un sentimiento general de falta de autoestima, una autoestima baja y un mal concepto de sí mismo. Muchos adultos con trastornos de aprendizaje han tenido experiencias negativas desde su edad escolar, por lo que frecuentemente se sienten incompetentes y poco inteligentes a la edad adulta. Los adultos con trastornos de aprendizaje también tienen fortalezas considerables que incluyen el desarrollo de estrategias compensatorias para superar los impedimentos académicos y la resistencia para recuperarse y persistir a pesar de los desafíos.
Los adultos con trastornos de aprendizaje específicos se comportan muy por debajo del promedio para su edad, y el rendimiento promedio solo se logra a través de niveles extraordinariamente altos de esfuerzo o apoyo. Las pobres habilidades académicas causan una interferencia significativa con las habilidades vocacionales o laborales. Estas dificultades de aprendizaje se consideran "específicas" por cuatro razones: (1) no pueden atribuirse a una discapacidad intelectual; (2) no pueden atribuirse a factores externos como desventajas económicas o ambientales, ausentismo crónico o falta de educación en el contexto de la comunidad del individuo; (3) no pueden atribuirse a un trastorno neurológico o motor y (4) las dificultades pueden limitarse a una habilidad o dominio académico (es decir, leer palabras sueltas, recuperar o calcular datos numéricos).
Hay que tener en cuenta que disgrafia es un término general que se utiliza para describir la dificultad en la expresión escrita. Si se usa la disgrafia para especificar este patrón particular de dificultades, es importante especificar qué dificultades están presentes.