El trastorno de parasomnias NREM en adultos

Aunque las parasomnias pueden tomar varias formas, a una persona generalmente se le diagnostica un trastorno de parasomnias NREM cuando experimenta uno de los siguientes síntomas de manera regular:

• El sonambulismo, en el que la persona se levanta de la cama y camina mientras está dormida. Las personas que son sonámbulos normalmente no pueden comunicarse y se despiertan solo con una dificultad significativa.
• Terrores nocturnos, en los que la persona se despierta bruscamente del sueño en un estado de pánico, con un miedo intenso.

Las personas que experimentan el sonambulismo o los terrores nocturnos recuerdan poco o nada de estos episodios, incluidos los sueños que puedan haber tenido.

Las parasomnias ocasionales son bastante comunes y ocurren en aproximadamente el 30% de los adultos en algún momento de sus vidas. Por lo tanto, el trastorno de parasomnias NREM se diagnostica solo cuando las parasomnias se producen repetidamente y causan trastornos clínicamente significativos.

El trastorno de parasomnias NREM puede causar una evitación del sueño o una disminución de la concentración o la eficiencia durante el día. El trastorno de parasomnias NREM a menudo ocurre de forma aislada, pero puede coexistir con otros trastornos psicológicos, como el trastorno depresivo mayor y el trastorno obsesivo-compulsivo.

Se cree que el trastorno de parasomnias NREM se deriva de anomalías en la arquitectura del sueño que dan lugar al trastorno, como un sueño más profundo, una mayor aparición y fragmentación del sueño de ondas lentas y alteraciones en la actividad delta durante el sueño. Se cree que las parasomnias aumentan en frecuencia después del consumo de alcohol y otras sustancias, en respuesta a luces o ruidos, y cuando el individuo está bajo estrés. Las parasomnias parecen tener un componente genético, aunque tener una predisposición genética hacia las parasomnias no significa necesariamente que el individuo las vaya a desarrollar.

La investigación clínica sugiere que los siguientes tratamientos han mostrado cierta promesa para reducir la aparición de una o más parasomnias:

• Las benzodiacepinas, específicamente diazepam y clonazepam, han mostrado efectos positivos en ensayos clínicos muy pequeños y en varias series de casos. También se ha informado que el triazolam y el flurazepam se han utilizado con éxito.
• La presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP por sus siglas en inglés) ha mostrado efectos positivos para las personas con sonambulismo y con una respiración desordenada en un ensayo abierto.
• Los medicamentos antidepresivos, específicamente la paroxetina y la imipramina, han mostrado efectos positivos en ciertos casos.
• La hipnosis ha mostrado efectos positivos en varios casos.

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