Las dificultades del trastorno del desarrollo de la coordinación se manifiestan como torpeza (por ejemplo, dejar caer o chocar con objetos), así como lentitud e inexactitud en el rendimiento de las habilidades motoras (por ejemplo, atrapar un objeto, usar tijeras o cubiertos, escribir a mano, andar en bicicleta o participar en deportes). Algunas de las características físicas de niños con trastorno del desarrollo de la coordinación incluyen:
- Dificultades con la motora gruesa y/o la motora fina
- Un retraso en el desarrollo de ciertas habilidades motoras (por ejemplo, abotonarse la ropa, atrapar una pelota)
- Dificultades para aprender nuevas tareas motoras
- Dificultades para coordinar ambos lados del cuerpo (por ejemplo, cortar con tijeras)
- Dificultades con el equilibrio
- Dificultades con actividades que requieren cambios constantes en la posición de su cuerpo (por ejemplo, saltar la cuerda, el béisbol)
- Dificultades con la escritura a mano, imprenta o manuscrita
Otros términos utilizados para describir el trastorno del desarrollo de la coordinación incluyen la dispraxia infantil, el trastorno específico del desarrollo de la función motora y el síndrome del niño torpe.