No obstante, la evidencia acumulada sugiere que las tasas de prevalencia en niños y adolescentes son similares a las observadas en adultos. Parece que la acumulación puede existir separadamente de otros aspectos del trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) pediátrico.
El trastorno de acumulación se caracteriza por tres síntomas principales:
- Una dificultad persistente para descartar (botar) o separarse de las cosas
- A la persona le cuesta separarse de las cosas por una necesidad percibida de guardarlas y la angustia asociada con botarlas
- La dificultad para botar las cosas conduce a un desorden importante en las áreas de uso diario de la casa que interfiere con su uso previsto. Por ejemplo, una persona puede ser incapaz de usar la mesa de su comedor, el sofá y/o su cama debido al desorden.
A veces, las personas con trastorno de acumulación también adquieren cosas en exceso que no son necesarias o para las que no hay espacio disponible. La persona puede comprar las cosas (por ejemplo, en tiendas o ventas de garaje) o adquirir artículos gratuitos en exceso (por ejemplo, artículos que hayan sido descartados).
Las personas con trastorno de acumulación pueden acumular un solo tipo de artículo (por ejemplo, estatuillas coleccionables), varios tipos de artículos o una amplia gama de artículos (incluida basura u otros artículos que la mayoría de las personas consideraría inútiles). Algunas personas acumulan animales con el objetivo de "salvar" o cuidar a animales abandonados o incautados. Los comportamientos de acumulación se convierten en un problema clínico cuando causan angustia o cuando afectan la vida de la persona (por ejemplo, al evitar que la persona invite a otros de visita o al causar problemas de salud y seguridad).
Dado que los niños y adolescentes tienen un control limitado sobre su hogar debido a la influencia de los padres, el desorden puede limitarse principalmente a su propio dormitorio. Existe evidencia que sugiere que el desorden y la adquisición excesiva pueden ocurrir con menos frecuencia en los jóvenes, probablemente debido al mayor control de los adultos sobre su entorno y recursos financieros.
Las personas con trastorno de acumulación pueden tener diferentes niveles de información sobre sus síntomas. Algunos individuos con buena percepción reconocen que sus conductas son problemáticas. Sin embargo, otras personas creen que su dificultad para descartar cosas y el desorden no son en absoluto problemáticos. Es menos probable que estas personas busquen o respondan al tratamiento.