Esta somnolencia excesiva está acompañada por al menos uno de los siguientes síntomas:
- Siestas recurrentes durante el día
- Un período de sueño principal que se experimenta como no reparador (no refrescante) a pesar de dormir 9 horas o más
- Inercia del sueño, una alteración del estado de alerta o una dificultad para estar completamente despierto después de despertarse bruscamente
La inercia del sueño, a veces llamada embriaguez del sueño, no se requiere para el diagnóstico de hipersomnia, pero es relativamente específica para el trastorno. La inercia del sueño se caracteriza por una desorientación o alteración del estado de alerta durante la transición de sueño a vigilia. Durante este tiempo, que puede durar de varios minutos a varias horas, el individuo parece estar despierto pero muestra una destreza motora deteriorada, un déficit de memoria, un comportamiento inapropiado o una desorientación.
Las dificultades ocasionales del sueño son bastante comunes en los adultos. Por lo tanto, la hipersomnia se diagnostica solo cuando la dificultad para dormir se produce al menos tres veces por semana durante un período de tres meses o más. La hipersomnia se diagnostica solo si la persona está significativamente angustiada o afectada por la hipersomnia o los síntomas que la acompañan.