La definición de "una cantidad muy grande de comida" es subjetiva, pero generalmente se define como una cantidad que es significativamente mayor de lo que la mayoría de los individuos comería en una situación similar. Durante estos atracones de comida, la persona experimenta una sensación de pérdida de control (por ejemplo, la sensación de que no puede parar de comer).
Para que una persona sea diagnosticada con trastorno por atracón, los atracones de comida deben ocurrir en promedio al menos una vez por semana y deben estar asociados con tres o más de los siguientes síntomas:
- Comer muy rápido
- Comer hasta que esté incómodamente lleno (a)
- Comer grandes cantidades de alimentos a pesar de no tener hambre
- Comer solo por sentir vergüenza o humillación por atracarse
- Sentirse asqueado, deprimido o culpable después de un atracón
A diferencia de la bulimia nerviosa, los individuos con trastorno por atracón no se involucran en comportamientos compensatorios inapropiados (por ejemplo, vómitos autoinducidos; ejercicio excesivo) después de un atracón. Sin embargo, muchas personas con trastorno por atracón rutinariamente hacen dieta para intentar perder peso. Para cumplir con los criterios de un diagnóstico de trastorno por atracón, el individuo debe experimentar una angustia significativa por su atracón.