El trastorno neurocognitivo mayor se caracteriza por un deterioro cognitivo significativo con respecto a un nivel previo de rendimiento en uno o más dominios cognitivos:
- La atención compleja: se distrae fácilmente en entornos con estímulos que compiten entre sí (es decir, la televisión y la conversación), no puede realizar cálculos mentales, dificultad para retener nueva información en la memoria
- Funciones ejecutivas: no puede completar proyectos complejos, solo puede enfocarse en una tarea a la vez, depende de otros para organizar y programar actividades de la vida diaria
- El aprendizaje y la memoria: repite cosas en la misma conversación, requiere recordatorios frecuentes para mantenerse en la tarea
- El idioma: utiliza una frase general como, "esa cosa" y "esa persona", incapaz de seguir instrucciones sin repetir y reformular.
- Motor y perceptual: dificultades con actividades previamente conocidas (como conducir), problemas para navegar en entornos familiares
- La cognición social: insensible a la modestia o cortesía social, toma decisiones sin tener en cuenta la seguridad personal
El deterioro cognitivo adquirido se nota tanto por una preocupación por parte del individuo, como por un informante cercano al paciente, o un médico. El rendimiento cognitivo también se evalúa a través de una evaluación neuropsicológica objetiva, con un rendimiento comparado con las normas apropiadas para la edad del paciente, el nivel educativo y los antecedentes culturales, para determinar si el rendimiento dentro de los dominios cognitivos cae por debajo del nivel esperado. El desempeño del deterioro neurocognitivo mayor generalmente cae dentro de 2 o más desviaciones estándar por debajo del promedio (percentil 3 o inferior).