Las personas con dermatilomanía pueden pellizcarse la piel sana, irregularidades en la piel (como granos o callos) o costras. Las partes más comunes que se pellizcan son la cara, los brazos y las manos, pero las personas pueden pellizcarse la piel en cualquier lugar del cuerpo.
Las lesiones que resultan por pellizcarse pueden ser menores o muy notables. La persona puede ocultar las lesiones de la piel con maquillaje, vendas o ropa.
Una persona con dermatilomanía puede pellizcarse la piel porque siente la necesidad de hacerlo, por notar una irregularidad en la piel, o por estar ansioso(a) o aburrido(a). Las personas con dermatilomanía a menudo informan sentirse gratificadas, satisfechas o aliviadas después de pellizcarse la piel. Muchas personas con dermatilomanía también informan que a menudo se pellizcan sin darse cuenta de que lo están haciendo. Se ha encontrado que los adultos que se pellizcaban la piel en la infancia se dan menos cuenta al hacerlo en comparación con aquellos con un inicio de síntomas posterior.
Para diagnosticar la dermatilomanía, el pellizcarse la piel o sus consecuencias deben ser angustiantes (perturbadoras) o perjudiciales (ser un obstáculo en la vida de la persona).