Aunque las parasomnias pueden tomar varias formas, a un (a) niño (a) generalmente se le diagnostica un trastorno de parasomnias NREM cuando experimenta uno de los siguientes síntomas de manera regular:
- El sonambulismo, en el que el (la) niño (a) se levanta de la cama y camina mientras está dormido (a). Las personas que son sonámbulos normalmente no pueden comunicarse y cuesta mucho que se despierten.
- Terrores nocturnos, en los que el (la) niño (a) se despierta bruscamente del sueño en un estado de pánico, con un miedo intenso.
Las personas que experimentan el sonambulismo o los terrores nocturnos recuerdan poco o nada de estos episodios, incluidos los sueños que puedan haber tenido.
Las parasomnias ocasionales son bastante comunes y ocurren en aproximadamente el 30% de los adultos en algún momento de sus vidas. Por lo tanto, el trastorno de parasomnias NREM se diagnostica solo cuando las parasomnias se producen repetidamente y causan trastornos clínicamente significativos.