Un niño con TAS demuestra de manera persistente y excesiva al menos tres de los siguientes síntomas por al menos un período de un mes:
- Angustia al anticipar o experimentar la separación del hogar o de la(s) figura(s) de apego
- Preocupación por perder la(s) figura(s) de apego o sobre algún posible daño que les pueda suceder (por ejemplo, por enfermedad, desastre o muerte)
- Preocupación por experimentar un evento negativo en la vida que separaría al niño de la(s) figura(s) de apego (como ser secuestrado o perderse)
- Renuencia a abandonar el hogar (incluso para asistir a la escuela) debido a los temores de la separación
- Renuencia a estar solo, incluso en casa
- Resistencia a dormir lejos de casa o a dormir en casa sin una figura de apego cerca
- Pesadillas relacionadas con temas de separación
- Síntomas físicos como dolores de cabeza o síntomas gastrointestinales cuando se separa de la(s) figura(s) de apego
Los niños con TAS pueden expresar sus temores de separación al "aferrarse" a la(s) figura(s) de apego, incluso seguirla(s) de una habitación a otra en la casa, o requerir que una figura de apego acompañe al niño cuando él o ella se vaya a una habitación diferente. Los niños con TAS pueden negarse a quedarse dormidos solos y pueden pasarse a la cama de sus padres o hermanos durante la noche.