Estos trastornos se caracterizan principalmente por una experiencia de miedo y ansiedad excesivos. Los niños con trastorno de ansiedad generalizada pasan mucho tiempo preocupándose por muchas cosas. Los niños con trastorno de ansiedad social se sienten muy ansiosos con otras personas porque temen avergonzarse o ser juzgados por esas otras personas. Los niños con trastorno de pánico tienen brotes repentinos de miedo intenso o incomodidad llamados ataques de pánico. A menudo se preocupan por tener otro ataque de pánico y pueden evadir ciertas situaciones que podrían desencadenar un ataque de pánico. Los niños con agorafobia tienen miedo de someterse a ciertas situaciones porque temen que pueda ser difícil escapar o porque puedan experimentar pánico u otros síntomas embarazosos. Las situaciones que generalmente se evaden son usar el transporte público, estar en espacios abiertos como estacionamientos, estar en lugares cerrados como salas de cine o estar en una multitud. Los niños con una fobia específica tienen miedo de cierto objeto o situación, como volar, la altura, animales o ver sangre. Los niños con trastorno de ansiedad por separación tienen miedo de estar lejos de cierta persona, a menudo el padre o la madre, generalmente porque temen que algo malo les pueda pasar a ellos o a la otra persona si están separados. Los niños con mutismo selectivo no hablan en situaciones en las que sería socialmente apropiado para ellos hablar, como en la escuela.
Los trastornos de ansiedad se caracterizan por un miedo y ansiedad excesivos, junto con trastornos conductuales, como evadir ciertos lugares, personas o situaciones. Los trastornos de ansiedad difieren entre sí en el objetivo o enfoque del miedo. En algunos trastornos de ansiedad, como la fobia específica, el niño o adolescente solo le tiene un miedo excesivo a un objeto o situación muy específica. En otros trastornos de ansiedad, como el TAG, el niño o adolescente puede sentirse ansioso gran parte del tiempo o sobre muchas cosas.